Por Patricio Abramzon

El capitán retirado Jair Messias Bolsonaro salió primero en las elecciones del 7 de octubre en Brasil, y las encuestas indican que derrotará al petista Fernando Haddad en la segunda vuelta del 28, para consagrarse como futuro presidente de Brasil. Mientras que muchos lo ven como un potencial salvador que podría acabar con los interminables escándalos de corrupción y la decadencia económica, otros temen que pueda ser también un peligro para la democracia y la coexistencia.

Mientras que Bolsonaro ha mostrado profundas simpatías por la comunidad judía de Brasil y el Estado de Israel, hay también preocupaciones de que la acalorada retórica del candidato respecto a las mujeres y minorías pueda provocar tensiones. Mientras tanto, la apartidaria comunidad judía de Brasil intenta navegar este complejo escenario. En una entrevista exclusiva, la representante de AJC en Sao Paulo, Muriel Assaraf, explica qué deberíamos esperar del potencial futuro gobierno

AJC Latino: Todos esperaban un triunfo de Bolsonaro en primera vuelta, pero ¿qué te ha sorprendido de los resultados electorales del domingo?

MA: Creo que muchos nos sorprendimos al ver que su partido -el PSL- logró importantes avances en el Congreso y ciertas municipalidades. Por eso, de ser elegido el 28 de octubre, él gobernará con una base fuerte.

AJC Latino: ¿Cuál fue el mensaje del electorado?

MA: Pienso que el electorado pidió un cambio. No quieren ver más a las mismas figuras políticas en el gobierno. En muchos Estados, algunos gobernadores y otros miembros del parlamento que habían ocupado puestos durante varios mandatos han sido desplazados por nuevos candidatos. Bolsonaro es el típico candidato que aparece como un político nuevo, limpio, no corrompido. Ciertamente, su discurso es uno de cambio y renovación del país. La gente está cansada de la vieja política y éste fue un llamado fuerte y claro en favor de un cambio.

AJC Latino: ¿Cómo está viviendo la comunidad judía de Brasil este proceso?

MA: La comunidad judía de Brasil es una comunidad apartidaria y muy bien organizada. Sus líderes se han reunido con los diferentes candidatos durante toda la campaña, y ellos saben que deben hablar con quien sea que esté en el gobierno.  Por eso, en tal sentido, creo que la comunidad está navegando estos desarrollos muy bien, porque el objetivo aquí es salvaguardar el bienestar de la colectividad judía. Ciertamente, Bolsonaro es alguien que ha expresado un apoyo fuerte por Israel, es muy cercano a las comunidades evangélicas, y creo que ha dado muestras de simpatía hacia la comunidad judía. Por ejemplo, él ha tomado una decisión muy clara de atenderse en el Hospital Albert Einstein -ligado a la comunidad judía- luego de ser apuñalado semanas atrás. En términos de política exterior, él ha declarado que trasladaría la embajada de Brasil a Jerusalén, y cerraría la embajada palestina en Brasilia. Por eso, creo que él es una figura mucho más cercana a la comunidad judía y los intereses de la comunidad judía que sus predecesores. Sin embargo, algunos judíos brasileños han expresado sus opiniones contrarias a Bolsonaro, especialmente respecto a su retórica de extrema derecha en contra de las mujeres, los negros, los homosexuales, etc.
 


AJC Latino: Durante la campaña, Bolsonaro de hecho prometió trasladar la embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. Sin embargo, los gobiernos recientes, y en especial los del PT, tuvieron una posición poco favorable a Israel. ¿Cómo recibirá el resto del electorado brasileño semejante traslado?

MA: Durante los años de Lula, los políticos, pero en cierta medida también el público general, se acostumbraron a la idea de que Brasil se estaba transformando por peso propio en un líder regional y global. Entonces, los temas relacionados con la política exterior eran más cercanos a las preocupaciones de la gente. Creo que esto ya no es así. Dado el grado de descontento que existe hacia el gobierno, la política exterior ocupa un lugar muy secundario para el electorado. Por supuesto, cuando se trata de Israel, de manera extraña, como todos sabemos, la gente se interesa. Por lo tanto, al día de hoy, no creo que la mayoría de la población apoye necesariamente el traslado de la embajada.

AJC Latino: Tanto Bolsonaro como su candidato a vicepresidente son militares retirados. ¿Representa esto un regreso a la dictadura militar?

MA: Él ha expresado reiteradamente la idea de que hay ciertas cosas que deben ser abordadas con la fuerza militar.  Para restablecer un cierto orden en Brasil, él no puede ver otra alternativa que no sea la de imponer una cierta forma de régimen militar. Creo que muchos de sus opositores utilizarán esta retórica para socavarlo. Creo que el principal desafío, o miedo, no es tanto un retorno a la dictadura en Brasil, sino la ingobernabilidad. Las instituciones democráticas son fuertes. El país tiene hoy una cultura democrática muy sólida. Creo que el problema reside en las dificultades que tendrá para gobernar el país debido a las constantes tensiones sociales que su gobierno pueda encontrar o provocar. Esta inestabilidad podría afectar también al resto de América Latina.

AJC Latino: ¿Dirías que Bolsonaro es otro eslabón en la serie de eventos sorpresivos tales como Brexit, la elección de Donald Trump y el rechazo a los acuerdos de paz en Colombia?

MA: Creo que, en cierta forma, son un poco lo mismo. Pero éste es también un fenómeno con su singularidad. Bolsonaro no es realmente Donald Trump. Él no representa a uno de los grandes partidos. No es tampoco un “outsider” que viene por fuera del sistema, ya que él ha sido miembro del parlamento desde ya hace muchos años. Ciertamente, él es producto del descontento, del cansancio de la gente que no puede ver el fruto de sus esfuerzos y trabajo. Este es un país que ha atravesado muchas dificultades recientemente. En cierta forma, él aparece como la potencial salida. Es un grito de cambio. Pero su singularidad hay que entenderla en el contexto de la historia específica del país.

AJC Latino: ¿Hay algo más que quisieras decir respecto a la elección desde la perspectiva judía?

MA: La comunidad judía ha estado muchas veces en la situación de tener que encontrar el balance adecuado entre su bienestar y la necesidad de manifestarse en defensa de Israel. En ocasiones, hay gobiernos que son buenos para una cosa y no necesariamente los mejores respecto a la otra. En este caso, Bolsonaro puede que no sea la mejor persona en lo que se refiere a inclusividad. Esta es la clase de escenarios con los que las comunidades judías de América Latina tienen que lidiar cada vez más.

Patricio Abramzon es director asistente para medios en español de AJC

 

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