El Comité Judío Americano (AJC, por sus siglas en inglés), condenó la discriminatoria “lista negra” de compañías israelíes e internacionales que llevan a cabo  actividades comerciales en la Franja Occidental y el este de Jerusalem y que fue dada a conocer en fechas recientes por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU).

“La interminable hipocresía y el doble rasero del organismo mundial hacia Israel son impactantes", dijo el CEO de AJC, David Harris. “De todas las situaciones en el mundo en las que hay territorio en disputa, la ONU elige enfocarse solo en Israel. ¿Por qué? Le pedimos al Secretario General Guterres que denuncie este atroz asalto al Estado Judío”.

La preparación de la lista de 112 entidades comerciales fue ordenada por una resolución del Consejo de Derechos Humanos (UNHRC, por sus siglas en inglés) en 2016. El consejo, desde su creación en 2006, ha señalado y censurado repetidamente a Israel, mientras ignora las masivas violaciones de los derechos humanos en otras partes del mundo. Lo más indignante de la agenda del Consejo es el punto 7, ya que somete a Israel a un escrutinio que no se aplica a ninguno de los otros 192 estados miembros de la ONU, incluyendo violadores habituales de derechos humanos, algunos de los cuales actualmente ocupan un lugar en el Consejo.

"Instamos a los estados con principios que integran el Consejo de Derechos Humanos a rechazar esta lista negra, que evoca ecos de boicots y listas negras utilizadas por los nazis para hostigar a los judíos, cuando se reúnan a fines de este mes", dijo Harris. "Esta iniciativa nunca debió recibir el apoyo de los gobiernos que buscan alentar a las partes en el conflicto palestino-israelí a participar en negociaciones directas y alcanzar un acuerdo duradero de dos estados".

La publicación de la lista negra se dio a raíz de los persistentes esfuerzos del movimiento BDS, una iniciativa global para boicotear, desinvertir e imponer sanciones a Israel. El movimiento BDS, que rechaza la existencia misma de Israel, sin duda alguna utilizará la base de datos de la ONU para aumentar su intimidación política a las empresas que hacen negocios en o con los centros de población israelíes en la Franja Occidental, el este de Jerusalem y el Golán, un primer paso en su estrategia para boicotear todos los bienes israelíes.

La iniciativa de la base de datos, como se ha visto en previos esfuerzos de boicot hacia Israel, no solo perjudicaría a las empresas nombradas, sino que también causaría dificultades económicas para cientos de miles de palestinos en el este de Jerusalén y la Franja Occidental, que se ganan la vida como empleados de tales empresas y dependen de sus servicios y productos como consumidores.

“La larga historia del boicot árabe de productos y bienes manufacturados por judíos, utilizado por primera vez por la Liga Árabe en 1945, tres años antes de la independencia israelí, para debilitar al estado judío, nunca produjo resultados positivos. El intento de activarlo en forma de una "base de datos" de la ONU es contraproducente para el objetivo de asegurar una paz duradera y un desarrollo sostenible en la región ", dijo Harris.

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