Este artículo fue publicado originalmente en el diario israelí  Times of Israel.

El gobierno estudiantil de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign adoptó una resolución criticando al rector Robert Jones por “clasificar erróneamente al antisionismo como antisemitismo”. La resolución, presentada por simpatizantes del movimiento Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP, por sus siglas en inglés), se basa en sorprendentes inexactitudes y es un insulto a los judíos estadounidenses. 

Empecemos por lo básico: el sionismo es el movimiento internacional que estableció una nación en la histórica patria judía: Israel. Hoy en día, ser sionista no significa nada más ni menos que apoyar el derecho del pueblo judío a auto-definirse. Por ende, el antisionismo significa oponerse a la existencia del único país de mayoría judía en el mundo. Vale la pena hacer notar que a ningún otro estado le cuestionan su derecho a existir. El antisemitismo es la hostilidad o discriminación hacia los judíos, como grupo religioso, étnico o racial. 

A la hora de decidir aquello que constituye un prejuicio, un buen punto de partida sería preguntarle al grupo étnico en cuestión lo que piensa. Gracias a mi organización, American Jewish Committee (AJC), y la primera encuesta de su tipo sobre cómo los judíos perciben y experimentan el antisemitismo en EE.UU., hoy tenemos respuestas que son particularmente relevantes a este caso. 

La encuesta, recién publicada, encontró que 84% de los judíos estadounidenses consideran que la frase “Israel no tiene derecho a existir” es antisemita. Esta creencia se reflejó en todas las edades, ideologías políticas o identidades religiosas de los encuestados. 85% de los demócratas, 87% de los republicanos y 82% de los independientes estuvieron de acuerdo en que que negarle a Israel el derecho a existir es antisemitismo. 

Para los que creen que el antisionismo es la ola del futuro, los judíos jóvenes difieren. 78% de los que tienen entre 18 y 29 años, y 82% de los que tienen entre 30 y 49 años, condenaron al antisionismo como antisemitismo. Los judíos no-ortodoxos tienen sentimientos particularmente fuertes sobre este tema, con el 79% de los judíos que se identifican como seculares y el 90% de los conservadores o reformistas compartiendo este punto de vista. 

Es más, la mayoría de los judíos que conocen al movimiento BDS (boicot, desinversión y sanciones), que ejerce presión contra  Israel, lo considera antisemita. Solo un 14% de los encuestados que estaban familiarizados con el movimiento dijo que no lo consideraba antisemita. Más de un tercio lo caracterizó como “mayoritariamente antisemita”, mientras que 47% dijo que no cree que sea antisemita pero que tiene simpatizantes que sí lo son. Los jóvenes estuvieron más dispuestos a decir que el movimiento BDS o es antisemita o cuenta con seguidores que lo son;  88% compartió esta opinión. 

Israel es un país que, al igual que otros, está sujeto al escrutinio y a las críticas legítimas. Y los judíos de EE.UU. no son los únicos árbitros de lo que es o no es antisemita. 

Pero ¿acaso nuestros puntos de vista no son merecedores de consideración? SJP en la Universidad de Illinois ha dejado claro que no está interesado en lo que los judíos estadounidenses opinen sobre el antisemitismo. 

El rector Jones estuvo en lo correcto cuando categorizó de antisemita una presentación en contra del sionismo que se le hizo a empleados del Departamento de Vivienda de la universidad. También actuó en consecuencia al revisar el programa actual e implementar entrenamientos para generar consciencia sobre el antisemitismo. 

Sin lugar a dudas, se puede llevar a cabo un diálogo constructivo sobre la línea que delimita las críticas legítimas hacia Israel y el antisemitismo. La resolución aprobada por el gobierno estudiantil no aporta nada a dicha discusión. Aparentemente, a los que apoyaron esta resolución solo les importa atacar y deslegitimar a Israel, sin tomar en cuenta las percepciones de los judíos de EE.UU  (ni hablar de la mayoría de los estadounidenses). Tienen derecho a sus puntos de vista sobre Israel, sin importar lo vil o infame que sean. Sin embargo, lo que no pueden hacer es arrogantemente predicar a los judíos sobre lo que es o no es antisemitismo.

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