Por Patricio Abramzon

Con aproximadamente 40 mil miembros, en un país de más de 45 millones de habitantes, la comunidad judía de España es apenas una nota al pie de página en las estadísticas demográficas. Sin embargo, su presencia en Madrid, Barcelona y otras ciudades tiene una relevancia histórica que no puede ser soslayada. Tras más de 500 años desde que los Reyes Católicos decidieran la expulsión o conversión forzosa de la milenaria y numerosa comunidad judía de Sefarad, y tras siglos de exilio y sufrimiento, los judíos, poco a poco, están regresando.

Cada día, el común de los españoles se está reencontrando con un rico legado que forma parte de la historia del reino y de sus propias familias. Sin embargo, los prejuicios transmitidos por generaciones prevalecen, pese a que las transformaciones democráticas de las últimas décadas han ayudado a crear una sociedad más abierta e inclusiva.

AJC Latino tuvo la oportunidad de dialogar con Carolina Aisen, directora de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) durante el Foro Estratégico de AJC para líderes judíos de Iberoamérica, realizado en Miami a principios de diciembre. AJC y FCJE han sido socios institucionales durante décadas, y trabajan juntos por el fortalecimiento del judaísmo en España y Europa. La realidad de la comunidad judía hoy, el antisemitismo, la ley de nacionalidad para los judíos sefardíes, las relaciones con Israel y el surgimiento de partidos de extrema izquierda y derecha son algunos de los temas que fueron abordados. Esto es lo que dijo.

AJC Latino: ¿Qué nos puedes decir sobre la situación de la comunidad judía de España hoy?

CA: Hoy la comunidad está conformada mayoritariamente por gente proveniente de Marruecos y sus descendientes. Con la independencia de dicho país, los judíos vuelven a España y forman estas nuevas comunidades, muy tradicionalistas y con legado sefardí. A partir de los años 70s, y con la llegada sobre todo de judíos provenientes de Latinoamérica producto de las diferentes dictaduras, la comunidad fue creciendo y ampliándose.

AJC Latino: Siendo que la comunidad es tan minoritaria, y considerando la historia de España, ¿cómo ves la relación con la sociedad en general?

CA: Pues evidentemente ha cambiado mucho. La sociedad española en general es desconocedora de los judíos y del judaísmo. Desconoce o tiene muchos prejuicios, producto de mitos que se han pasado de generación en generación. Así como nosotros también transmitimos historias a través de las generaciones, los españoles, todavía hasta hace pocos años, te podían preguntar si los judíos tenían cola y cosas así. Pero hay iniciativas que fueron ayudando a que el judaísmo sea más conocido. La comunidad es también bastante cerrada en relación a darse a conocer. Sus miembros preservaron las costumbres propias de un país musulmán, donde la vida judía era hacia adentro, hacia la sinagoga, hacia la casa. Con lo cual eso se reprodujo en España. Entonces estas dos tendencias han generado que hasta ahora en muchos sitios digan: “no tengo idea de lo que es un judío, no he visto nunca en mi vida un judío”. 
 


Con la vuelta a la democracia y la aprobación de la Constitución española se adoptaron nuevas leyes de libertad religiosa. Esto también trajo acuerdos con distintas confesiones, protestantes, musulmanes y judíos, en el año ’92.  Se firmó un acuerdo con la Federación de Comunidades Judías de España, donde se empezaron a desarrollar muchos temas de libertad religiosa, desde lo que ocurre cuando hay fiestas judías, si se trabaja o no se trabaja, si se va al colegio o no se va al colegio; el tema de la reglamentación, todo lo que tiene que ver con la kashrut, con nuestros rabinos, para que sean oficialmente ministros de culto, como los llamamos en España. Entonces, hemos ido avanzando y, al mismo tiempo, la comunidad, un poco obligada por la situación, y un poco también por mayor apertura, ha ido dándose a conocer poco a poco.

AJC Latino: ¿Pueden los judíos andar por las calles tranquilos o deben estar pendientes de posibles actos antisemitas?

 

CA: Perfectamente. Sin ningún temor. Si bien estamos en Europa, y si bien hay antisemitismo en España, no es un antisemitismo como el que se ve en Francia o Inglaterra, donde realmente hay ataques contra las personas. En España, si hay ataques, son mínimos, y nunca de grandes agresiones, y esperemos que siga siendo así. 

AJC Latino: ¿Cómo ves la actitud de la prensa española respecto a Israel? 

AC: Yo creo que es un lugar común decir que la prensa española es antiisraelí. Es casi un vox pópuli. También esto ha ido cambiando. No quiero decir que la prensa no sea o sea antiisraelí. Simplemente que va cambiando, que muchas veces tiene que ver con las propias empresas de los medios de comunicación y otras veces con los propios periodistas. Hasta la guerra de 1967, España era un país muy pro-Israel. La guerra de 1967 lo cambió todo. Sobre todo, desde el punto de vista de la izquierda española, que era muy pro-israelí hasta esa fecha. Dentro de la izquierda es casi normal ser más pro-palestino. Eso no significa siempre odio hacia Israel, o no defensa de Israel, o boicot a Israel. Pero bueno… esto es casi nuestro trabajo del día a día con los diferentes partidos políticos. A medida que vamos conociendo a la gente, y trabajando con los partidos políticos y los medios de comunicación, descubrimos que no hay tanto odio ni tanta animadversión contra Israel.

AJC Latino: No hay duda de que las redes sociales son un espacio donde proliferan los mensajes antisemitas y antiisraelíes. ¿Qué está haciendo la FCJE para responder a este desafío?

CA: Lo de las redes sociales sí es algo terrible. Yo dirijo el Observatorio de Antisemitismo, creado por la Federación y por una ONG que se llama “Movimiento Contra La Intolerancia”, que es muy conocido en España. Si nosotros incluyéramos todo lo que sale en las redes sociales, tendríamos que hacer un informe de un tamaño exagerado. Es verdad: hay mucho en redes sociales. Trabajamos, intentamos, lo hacemos con socios. Es decir: con ONGs, con el gobierno, con la policía, con todos. Pero lo que ocurre en las redes sociales es un fenómeno hasta ahora imparable. No te olvides que, si bien España no tiene una extrema derecha políticamente muy fuerte, sus activistas se mueven en las redes sociales de una forma muy fluida. Y mucho de este odio viene de la extrema derecha, de neonazis y de agrupaciones no democráticas. Por otro lado, tenemos a la extrema izquierda, cuyo odio viene más por el tema de Israel, y donde ha calado mucho el discurso y el contenido, pero, a pesar de la percepción generalizada, no el nombre del BDS. Estamos obligados a luchar contra esto, pero es muy difícil. Quizás no tenemos la infraestructura suficiente para estar las 24 horas del día haciendo seguimiento.

AJC Latino: ¿Es el Partido Podemos un problema para la relación España-Israel?

CA: No. En este momento no es un problema. Es decir, Podemos tiene una postura oficial que ya conocemos, y sí está generando problemas en algunos ayuntamientos en donde tienen bastante peso, lo que les permite llevar a cabo este tipo de boicot a Israel. Pero al final de cuentas, debemos evaluar cuándo realmente es importante responder y cuándo no; cuándo nuestra respuesta es una forma de que le demos más publicidad. Pero Podemos aún no tiene poder para hacer política de Estado.

AJC Latino: Lo que pasó en Barcelona, con el intento de boicot al equipo femenino israelí de waterpolo ¿tiene importancia? ¿Puede ser una tendencia que siga creciendo?

CA: No es el primer incidente de este tipo. El primero de magnitud fue el intento de boicot al cantante judío estadounidense Matisyahu. El de waterpolo, para mí, es el segundo caso en este sentido. Porque los otros son sucesos en ayuntamientos que, creo, no todos tienen la importancia, aunque algunos sí la tienen. Además, detrás de este incidente estuvo un partido independentista de extrema izquierda que se llama CUP, que es un partido que ya venimos siguiendo y denunciando hace tiempo. Es antisemita desde sus bases, y es evidentemente antiisraelí, antisionista y todos los antis que quieras. Lo grave ya no es que los extremistas planteen ciertas cosas, sino que el ayuntamiento de Barcelona haya aceptado sus presiones para suspender o cambiar de lugar el partido que estaba programado. Y todo para evitar tener problemas.

AJC Latino: Hablemos sobre el ascenso del partido Vox en Andalucía. Vi la plataforma pro-israelí que sustentan.  Según parece, ser pro-israelí es una cuestión bastante común entre los movimientos populistas en Europa.

CA: De derecha.

AJC Latino: Desde el punto de vista de la comunidad judía ¿presenta esto algún tipo de inconveniente?

CA: Podríamos decir que es un “work in progress”, porque Vox hasta ahora no había obtenido semejantes resultados. Los conocíamos, sabíamos que estaban muy cerca de Israel, sus dirigentes han venido a muchos actos relacionados con Israel. Sabíamos del apoyo. Pero es la primera vez que tienen escaños en un gobierno regional. Y tienen una postura que, si bien en este tema es favorable, en muchos otros temas posiblemente no lo sea. Habrá que ver cuál es el desarrollo. Este tipo de partidos, muchas veces, cambian cuando llegan al poder. 

AJC Latino: Luego de más de 500 años desde la expulsión de los judíos, España sacó la ley para invitar a los descendientes de esos judíos a regresar. ¿Cuál fue la respuesta del pueblo judío a esa invitación?

CA: Pues, en general, fue muy positiva. Por ahora sabemos que hay 5.000 personas que ya han recibido el pasaporte. Pero, día a día, se van concediendo más. Para muchos judíos se trata casi de una cuestión de vida o muerte, y esto les permite poder salir y acceder a otro país.

Yo tengo la suerte de coordinar todo el procedimiento, desde la Federación, porque nosotros emitimos certificados de origen sefardí. Esto no es solo para judíos, sino también para quien pueda probar su origen sefardí. Creo que hay que valorar positivamente a esta ley. Nosotros siempre hemos agradecido al gobierno de España por esta norma que, si bien no es perfecta, es la mejor ley que podríamos obtener: una ley que tiene una importancia histórica y que fue aprobada por una amplia mayoría en el Congreso. Además, por lo que significa simbólicamente para el judaísmo en España: aquí el judaísmo ya no es esa cosa de los muertos, sino que está vivo. Y para muchos sefardíes, haber recobrado la nacionalidad, vengan o no vengan a vivir a España, ha sido una emoción muy grande. Yo soy ashkenazí; no comparto esa nostalgia por ninguno de los países de los que vinieron mis abuelos, pero los sefardíes, en muchos casos, sí. Y a mí me alegra mucho que la Federación pueda ayudar a esta gente a recuperar la nacionalidad.

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