Con emotivas palabras ante el liderazgo del Comité Judío Estadounidense (AJC), el 30 de enero en Washington, la Ministra de Relaciones Exteriores de Guatemala, Sandra Jovel, destacó la importancia y significado de la decisión del presidente Jimmy Morales de trasladar la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén, secundando así el anuncio de la Casa Blanca. Para Jovel, Guatemala e Israel tienen una relación de amistad que no reconoce paralelos. Tal como explica también David Harris, el CEO del AJC, en su discurso introductorio, la historia le da la razón. Aquí compartimos la transcripción de dos intervenciones memorables.



Palabras de David Harris, CEO del AJC:

Hay vínculos especiales que tienen un trasfondo histórico. Y la relación de amistad que aquí nos ocupa comenzó, de alguna manera, en 1947. Aquel año, un hombre que debería ser recordado por todos y cada uno de los amigos de Israel en el mundo jugó un rol crucial: se trata de Jorge García Granados, el embajador de Guatemala ante las Naciones Unidas.

Ese año Naciones Unidas estableció una agencia llamada UNSCOP: el Comité Especial de las Naciones Unidas para Palestina. Se les encomendó a once países la tarea de encontrar una solución para el Mandato Británico, dado que su término se agotaba. García Granados fue uno de los once miembros, en representación de su país: Guatemala.

Dicho comité propuso por mayoría de votos lo que pasó a conocerse como la solución de dos Estados: uno judío y otro árabe. Tal sugerencia fue remitida a la Asamblea General de las Naciones Unidas. El 29 de noviembre de 1947, por 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones, la ONU adoptó la Resolución 181, avalando de esta forma la solución de dos Estados. Y el embajador García Granados fue una de las razones detrás de esta decisión.

Tras jornadas agotadoras, él logró convencer a otros embajadores latinoamericanos para que apoyaran esta iniciativa. La aprobación de la misma fue la medida de su éxito. Quizás más que ninguna otra parte del mundo, América Latina brindó el apoyo necesario para la creación del Estado de Israel. Y fue el embajador García Granados uno de los que más trabajó para reunir aquellos votos.

Como anticipo para aquellos que participarán en el Foro Global del AJC en Jerusalén, en junio, les cuento que la nieta de García Granados estará presente, y junto a ella le rendiremos tributo a su abuelo, un gran hombre y un verdadero amigo del Pueblo Judío. García Granados narró el proceso del que fue parte en su libro “El nacimiento de Israel”, de lectura imprescindible. De joven, se opuso a regímenes autoritarios y tuvo que exiliarse de su propio país. Fue en esas circunstancias que se identificó con el movimiento sionista.  

¿Por qué digo todo esto? Porque la historia de amistad entre Guatemala e Israel no comenzó hace dos o tres meses. De hecho, el mismo García Granados asumió como embajador de Guatemala en Israel en 1956. ¿Y dónde estaba situada la embajada? ¡En Jerusalén!

Luego llegaron las resoluciones de las Naciones Unidas y a principios de los 80s las presiones forzaron a Guatemala y otros países, entre ellos Holanda y más tarde El Salvador, a retirar sus embajadas de Jerusalén.

Y así llegó el anunció del presidente Trump del 6 de diciembre de 2017. La resolución posteriormente introducida en Naciones Unidas fue en efecto, ¿cómo decirlo?, un castigo al gobierno de Estados Unidos por haber reconocido lo obvio: que Jerusalén es la capital de Israel. Tal decisión no clausura el acuerdo de dos Estados; ni prescribe fronteras: simplemente asienta que cuando Donald Trump viaja a Israel, cuando Barack Obama viajaba a Israel, cuando Jimmy Morales viaja a Israel… todos ellos viajan a Jerusalén. Porque es allí en donde se reúnen con el primer ministro, el presidente, hablan con parlamentarios y otros funcionarios israelíes. Y fueron nueve países, tan sólo nueve países, los que votaron en contra de esta resolución. Guatemala fue uno de ellos. Pero Guatemala no se detuvo allí. A instancias del presidente Morales y de la Canciller Sandra Jovel, revirtieron un vacío que duró demasiados años: se convirtieron en el segundo país en el mundo, luego de Estados Unidos, en reconocer una verdad evidente: “Sí, Jerusalén es la capital de Israel, y anunciamos que hacia allí trasladaremos nuestra embajada”.

Hay un concepto fundamental en la vida diplomática y el activismo global, y éste es: “recuerda a tus amigos”. Vivimos en un tiempo confuso, de alianzas cambiantes. Por eso enfatizo: “recuerda a tus amigos”. Nunca, jamás, los des por sentados. Recuerda quiénes son tus amigos, y recuerda que los amigos no se prueban en los momentos apacibles. La verdadera amistad tiene su prueba en circunstancias desafiantes, cuando las decisiones traen consecuencias, repercusiones y represalias.

Guatemala tuvo su prueba.

Gracias a usted, Canciller Jovel, y gracias al presidente Morales, sabemos que tenemos un amigo.

Por eso, con el recuerdo del embajador García Granados y en el espíritu de la larga tradición de amistad que une a Guatemala con el Pueblo Judío, el Estado de Israel y el reconocimiento de Jerusalén, es un gran honor para AJC tener con nosotros en este evento especial a la Canciller de Guatemala, Sandra Jovel. De pie y con un fuerte aplauso, le damos la bienvenida.



Palabras de la Ministra de Relaciones Exteriores de Guatemala, Sandra Jovel:

Muy buenos días tengan todos ustedes. Verdaderamente es un honor para mí estar presente el día de hoy, y escuchar tan bonitas palabras y hacer un recordatorio de lo que Guatemala ha sido como amigo de Israel por años.

Distinguidos miembros del Comité Judío Estadounidense; distinguidas autoridades, amigos y amigas. Señoras y señores, tengan todos ustedes muy buenos días.

Es realmente para mí un honor dirigirles unas palabras en nombre del Presidente de la República, Don Jimmy Morales Cabrera, quien les extiende un fraternal saludo.

La República de Guatemala, desde un principio, se ha manifestado decididamente a favor del pueblo judío. El apoyo a esta causa es la expresión de la aspiración por la justicia, por el derecho del pueblo judío a vivir en paz. Y, por esa razón, es que nos definimos en favor de su causa. Guatemala cree en Israel, deposita su confianza en Israel, y considera que Israel puede contar con Guatemala como un amigo y un aliado. Un aliado estratégico y un socio perdurable, no solamente en el ámbito bilateral sino también en el ámbito multilateral.

De acuerdo a lo que acabamos de escuchar, en palabras de David Harris, y en aquella oportunidad, en el marco de las Naciones Unidas, Guatemala jugó un papel decisivo para Israel que culminó con la firma el 29 de noviembre de 1947 de la resolución 181 de la Asamblea General, que adoptó el plan de partición recomendado por la Comisión Especial de las Naciones Unidas para Palestina, misma que fue presidida por Guatemala. Se creó así el Estado de Israel.

Hoy me siento muy orgullosa que a través de la diplomacia guatemalteca, no sólo participamos en el reconocimiento del Estado de Israel, sino en un esfuerzo que culminó con la realización de un sueño del Pueblo Judío. Un sueño que ha acariciado durante miles de años: el establecimiento de una nación en la tierra de sus ancestros. Y es por ello que en seguimiento de esta posición de Estado, el presidente de la república, en el uso de su facultad constitucional, tomó la decisión soberana el 24 de diciembre del año pasado, de retornar la sede de la embajada de Guatemala a Jerusalén. Una decisión que la creemos correcta.

Esta decisión fortalece de manera significativa las excelentes relaciones bilaterales existentes entre ambos países, y refuerza la alianza entre nuestros pueblos. También, es de especial deseo del gobierno de Guatemala continuar estrechando y fortaleciendo la confianza con Israel y con la comunidad judía, para que cuenten con nosotros con una mayor presencia no solamente económica, comercial, cultural en ambos países. Creo que también es una cuestión bilateral, no solamente en Guatemala, sino también en Israel, consagrando así, los históricos lazos de amistad que existen entre nuestros pueblos.

Guatemala tiene una posición geopolítica y geoestratégica muy importante. Somos una zona con mucho potencial para el fortalecimiento de actividades económicas y el desarrollo de la región. Así como lo cuenta “Macabeos”, y lo demuestra Masada, Israel ha enfrentado grandes retos, y así el presidente Morales ha promovido la lucha contra la corrupción, y con firmeza ha tomado la decisión de promover a Jerusalén como la capital de Israel.

Finalizo agradeciendo esta oportunidad y reiterándoles que cuentan con Guatemala como un país amigo y aliado. Que Dios los bendiga. Que Dios bendiga a Guatemala. Que Dios bendiga a Israel.
 

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