Uno de los peligros crecientes que surgen del conflicto palestino-israelí es la información errónea desenfrenada en las redes sociales, las noticias, los campus universitarios y en muchos salones de clases de todo el país. Esta guía aclara las falsedades más comunes sobre Israel que circulan hoy en día.
Afirmación falsa: “Israel es una empresa colonial de asentamiento”
La verdad es que el pueblo judío es indígena de la tierra de Israel y logró allí la autodeterminación por primera vez hace 3,000 años.
Los romanos expulsaron a la mayoría de los judíos en el año 70 e. c., pero el pueblo judío siempre ha estado presente en la tierra de Israel. Una parte de la población judía permaneció en Israel a lo largo de los años y aquellos que vivían en la diáspora anhelaban regresar a la patria judía y a la ciudad santa judía de Jerusalén, ambas mencionadas varias veces en las plegarias judías diarias. Este vínculo histórico y religioso del pueblo judío con la tierra de Israel es indiscutible, incluso la palabra “judío” proviene de Judea, el antiguo nombre de Israel.
Línea de tiempo: Acontecimientos clave en el conflicto árabe-israelí y palestino-israelí
A medida que los judíos de todo el mundo enfrentaban una persecución cada vez mayor a fines del siglo XIX y principios del XX, comenzaron a trasladarse en mayores cantidades a lo que hoy es Israel. Desde el establecimiento de Israel, poco después del Holocausto, los judíos se han trasladado a Israel desde todas partes del mundo en busca de un lugar al que llamar hogar y en el cual poder vivir de manera libre y segura como judíos. Al mismo tiempo, los líderes judíos e israelíes han reconocido sistemáticamente la presencia de árabes palestinos y han apoyado los esfuerzos para dividir la tierra en estados judíos y árabes desde 1937 hasta la actualidad. El intento más conocido de dividir la tierra tuvo lugar con el Plan de Partición de la ONU de 1947, que fue aceptado por la población judía local pero rechazado por sus vecinos árabes, quienes declararon la guerra para eliminar al estado judío. Más recientemente, sucesivos primeros ministros israelíes ofrecieron conceder más del 90% de Cisjordania y toda Gaza para crear un estado palestino junto a Israel. Sin embargo, los líderes palestinos han rechazado de manera reiterada los esfuerzos por llegar a una solución para los dos estados, como lo hicieron en 1947, y como continúan haciéndolo hasta el día de hoy.
Cinco (5) hechos sobre la conexión ancestral del pueblo judío con la tierra de Israel
El “colonialismo de asentamiento” se refiere a un intento de un poder imperial de reemplazar a la población nativa de una tierra con una sociedad nueva de colonos. No puede utilizarse para describir una realidad en la que un grupo nacional, actuando en su nombre y no por orden de un poder externo, regresó a su patria histórica para alcanzar la autodeterminación y, al mismo tiempo, apoya la creación de un estado nación para otro grupo nacional junto con la creación de su propio estado.
Afirmación falsa: “Israel está realizando una limpieza étnica de los palestinos”
La verdad es que la definición de limpieza étnica es la expulsión, el encarcelamiento o el asesinato de una minoría étnica en manos de una mayoría dominante para lograr la homogeneidad étnica. Israel es una sociedad dinámica y diversa, con un número considerable de comunidades minoritarias de personas no judías que representan casi una cuarta parte de la población total del país.
Durante la guerra de la Independencia de Israel (1948-49), algunos palestinos abandonaron sus hogares de forma voluntaria, mientras que otros fueron expulsados a la fuerza por fuerzas judías o por orden de ejércitos árabes que imaginaban derrotar y desplazar a los judíos rápidamente.
Si bien se han documentado abusos durante la lucha por la independencia, nunca hubo una política israelí o una directiva de alto nivel para expulsar a la población palestina. De hecho, los cientos de miles de palestinos que permanecieron en Israel se convirtieron en ciudadanos del nuevo estado.
Recientemente, muchos señalan los desalojos propuestos en los vecindarios al este de Jerusalén, como Sheikh Jarrah, como prueba de que Israel está realizando una limpieza étnica de los palestinos. Estas disputas complejas por tierras se han abierto camino en los sistemas judiciales israelíes durante años y no son acciones gubernamentales espontáneas. Para una breve reseña sobre la situación compleja en Sheikh Jarrah, lea más aquí. Israel, al igual que todos los países, ha cometido sus errores; sin embargo, la narrativa de que Israel está realizando una limpieza étnica de la población palestina es completamente falsa. De hecho, las poblaciones árabes, tanto en Cisjordania como en Israel, han aumentado anualmente desde la fundación del estado, y están creciendo a un ritmo constante del 1 % cada año.
Afirmación falsa: “El sionismo es racismo”
La verdad es que antes de 1948, el sionismo era una aspiración: el movimiento de liberación nacional del pueblo judío, fundado en su forma moderna por Theodore Herzl a fines del siglo XIX para restablecer un estado nación judío como solución al antisemitismo que los judíos enfrentaban en Europa. Hoy, el sionismo es una realidad; una patria no solo para los judíos europeos perseguidos, sino también para los judíos de todo el mundo. La gran mayoría de los judíos de todo el mundo se identifican como sionistas, lo que significa que apoyan la existencia de Israel como un estado judío en la histórica Tierra de Israel. No existe nada inherente al sionismo que contradiga el apoyo a la autodeterminación palestina; es más, muchas personas que se identifican como sionistas apoyan las aspiraciones palestinas de alcanzar la condición de estado, tal como lo ha hecho el pueblo judío.
Los opositores de Israel han utilizado la frase “el sionismo es racismo” para restarle legitimidad al movimiento por la autodeterminación judía y negarle al pueblo judío un derecho que, de acuerdo con la ley internacional, se otorga a todos los pueblos. La discriminación contra los judíos es, por definición, antisemita. No hay nada malo en criticar las políticas del gobierno israelí, tal como se podrían criticar las políticas de cualquier otra nación. Sin embargo, rechazar el derecho de Israel a existir es un antisemitismo de libro de texto y así lo considera los Estados Unidos junto con otros gobiernos y el 87 % de los judíos estadounidenses, según el Informe del AJC (Comité Judío Estadounidense) sobre el estado del antisemitismo en Estados Unidos de 2022. Lea más sobre esta afirmación falsa en el recurso Traduciendo el odio de AJC.
Afirmación falsa: “Israel es blanco”
Los activistas contra Israel intentan, con frecuencia, enmarcar el conflicto palestino-israelí como un conflicto racial para hacer comparaciones falsas con la desigualdad racial en los EE. UU. En realidad, Israel es hogar tanto de judíos como de no judíos y los árabes israelíes representan más de una quinta parte de la población del país. Si bien Israel es la patria judía, es el hogar no solo de judíos europeos que alguna vez fueron perseguidos, sino también de judíos de todo el mundo, incluidos los de India, Turquía y Sudáfrica, y de muchos que huyeron de la persecución en el mundo árabe, incluido Irán, Etiopía y la ex Unión Soviética, entre otros. De hecho, más del 60 por ciento de la población judía de Israel proviene de otros países de Medio Oriente y África, con los mismos orígenes que los palestinos. Israel es el hogar de cerca de 160,000 judíos de descendencia etíope.
No existe una manera coherente de entender el conflicto palestino-israelí como un conflicto debido a la raza. Más bien, debería verse como siempre lo ha sido, como un conflicto entre dos identidades nacionales: el nacionalismo palestino, por un lado, y el nacionalismo judío, o sionismo, por el otro. Presentar a Israel como un opresor “blanco” distorsiona la realidad de un país multicultural que garantiza los derechos civiles de todos sus ciudadanos, independientemente de su procedencia.