May 3, 2018
Por Patricio Abramzon
Con la diáspora palestina más numerosa fuera del Medio Oriente promoviendo una agresiva agenda antiisraelí que bordea el antisemitismo, Chile enfrenta ataques constantes contra su democracia e inclusividad.
La pequeña pero vibrante comunidad judía siente una inseguridad creciente mientras su apoyo a Israel es puesto en cuestión de manera continua. El incidente más reciente fue el intento de grupos propalestinos de boicotear a un candidato judío elegido al centro de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Se trata del último en una larga lista de episodios que incluyen agresiones antisemitas en eventos deportivos y un acoso constante en internet. Éstos son los hechos.
1) Extremismo palestino y del BDS en Chile
El movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) -una iniciativa que busca la eliminación de Israel como Estado judío- tiene una marcada presencia en Chile. El hecho de que allí viven 400.000 chilenos de ascendencia palestina le da dimensión al problema. Desde los primeros arribos a fines del siglo XIX, esta comunidad ha crecido en números, así como en poder económico, político y mediático.
Durante décadas, los inmigrantes judíos y palestinos coexistieron pacíficamente. Desafortunadamente, de un tiempo a esta parte, miembros jóvenes de la Federación Palestina han elegido importar el conflicto del Medio Oriente a Chile. Adoptando un enfoque de suma cero que niega a los judíos su derecho a un hogar nacional, ellos acosan sistemáticamente -ya sea en los centros académicos, el parlamento o los medios- a la diminuta comunidad judía de tan sólo 20.000 personas.
2) Hostilidad antisemita en internet
Los palestinos radicalizados y sus simpatizantes del BDS son extremadamente activos en las redes sociales. Al basarse en una perspectiva simplista y dual y en la difusión de mensajes de odio, no sólo contra Israel sino contra la propia comunidad judía de Chile, ellos crean un ambiente tóxico que pone en peligro la convivencia democrática en el país. En un día cualquiera, como parte de las discusiones en Chile, no es raro toparse con imágenes como la que se presenta a continuación. De hecho, esta caricatura, que incluye tópicos del antisemitismo clásico, fue publicada originalmente en el sitio web de la Federación Palestina.
La idea recurrente de que los judíos y los israelíes asesinan a niños palestinos y replican el Holocausto es parte de su narrativa, como se expresa en esta publicación en Facebook.
3) Violencia en un partido de fútbol
Ni siquiera los deportes están exentos de la confrontación. Durante un partido de fútbol amateur entre Estadio Israelita Maccabi y Club Palestino, el árbitro, Norman Vega, tuvo que suspender el encuentro debido a la violencia descontrolada que se desató cuando una horda de fans de Palestino invadió el campo de juego.
En su reporte oficial, Vega detalló cómo cientos de hinchas de Palestino “lanzaron cigarillos encencidos y botellas de agua, y gritaron insultos racistas a los jugadores de Maccabi durante todo el partido”. El árbitro fue luego atacado por un dirigente de Club Palestino, quien vino por detrás y lo golpeó en las costillas.
Los líderes de la comunidad judía de Chile, acompañados por varios miembros del Congreso, hicieron la denuncia policial. Mientras los medios inicialmente reportaron el incidente como “nuevas tensiones entre las dos comunidades”, tres días después, el tribunal de disciplina de la Liga le impuso duras sanciones a Club Palestino, suspendiéndolo por el resto de la competencia.
4) Ataques a estudiante judío
Jorge Testa, un alumno judío recientemente elegido al Centro de Estudiantes de la prestigiosa Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, se convirtió en el último blanco en esta ofensiva.
La Unión General de Estudiantes Palestinos (UGEP) lanzó una campaña ominosa para boicotear la candidatura de Testa, quien formaba parte de la lista socialista “Unidos Podemos”. En un comunicado, ellos admitieron desvergonzadamente el motivo de estos ataques: él es judío y apoya a Israel. Que la identidad religiosa y étnica de un ciudadano chileno, así como sus afectos por la patria de sus ancestros, sean puestos a prueba como condición para permitirle competir por una posición en el ámbito público es algo que no tiene precedentes.
Afortunadamente, esta campaña fue rechazada de plano por la juventud socialista. “Valoramos el compromiso de Jorge con el activismo y los principios socialistas”, decía la respuesta. “Las capacidades de un candidato para un cargo académico no deben ser juzgadas por su identidad religiosa o cultural”.
Testa fue finalmente elegido gracias al respaldo de aquellos que entienden que en un Chile democrático no hay lugar para esta clase de discriminación y odio. Sin embargo, este incidente trajo al descubierto nuevamente los peligros de la intolerancia y el prejuicio.
5) ¿Despertará Chile?
La comunidad judía de Chile se halla en una situación difícil. Mientras que tanto el gobierno anterior como el presente han expresado su voluntad de ponerle fin a todas las formas de antisemitismo e incitación, es necesario hacer mucho más.
Luego de años de promesas, la expresidenta Michelle Bachelet introdujo en septiembre de 2017 un proyecto de ley para castigar el racismo y la incitación al odio. Sin embargo, tomará tiempo hasta que el Congreso apruebe la nueva legislación. Si bien AJC aplaude este desarrollo, debería incluirse en la iniciativa la tipificación del antisemitismo en todas sus formas.
Es todavía incierto si el presidente Sebastián Piñera le dará impulso a este proyecto. Mientras tanto, la sociedad chilena, y en especial los medios de comunicación, no identifican la verdadera causa de lo que usualmente describen como “tensiones entre judíos y palestinos”. Mientras los líderes judíos advierten sobre la hostilidad que corroe la coexistencia pacífica que tanto costó a Chile alcanzar, su clamor parece caer en oídos sordos.
¿Es la lucha contra el antisemitismo un asunto exclusivamente judío? ¿Es proteger los derechos humanos de los judíos responsabilidad de los mismos interesados? La historia moderna prueba que el antisemitismo y los valores democráticos no van de la mano. Chile debe elegir.
Patricio Abramzon es director asistente para medios en español del AJC.